15. Filtros internos
Los filtros internos son los más simples y libres de complicaciones. Son económicos y de fácil mantenimiento, ideales para pequeños proyectos.
Son acuarios que se instalan sumergidos en el agua dentro del acuario. Al trabajar dentro del agua no pueden tener problemas de fugas como los filtros externos. Además, pueden usar métodos para desplazar el agua más sencillos y de menor potencia, como un difusor de aire o una bomba de agua de bajo caudal.
Su inconveniente principal es que ocupan espacio dentro del acuario. Por este motivo suelen ser pequeños y tienen por tanto una capacidad de material filtrante baja.
Aun así, los tipos de filtros internos que veremos a continuación pueden sernos múy útiles por su facilidad de uso y en situaciones en las que los otros tipos de filtro serían inadecuados.
Filtro de esponja
Este tipo de filtro consiste básicamente en una o varias esponjas con un conducto central por el que se desplaza el agua de abajo hacia arriba después de atravesar la esponja hacia el interior del conducto.
Normalmente se usa una bomba de aire conectada a un difusor dentro de la esponja. El movimiento de las burbujas desplaza el agua por dentro del tubo hacia arriba, lo que crea un efecto de aspiración a través de la esponja.
Para que las burbujas sean más efectivas desplazando el agua deben de ser pequeñas, de alrededor de 2 mm. Burbujas más grandes mueven menos agua y además generan más ruido y salpican más al salir a la superficie.
Si el difusor está en la parte inferior de la esponja, lejos de la salida superior del tubo las burbujas pueden acabar juntándose para formar burbujas más grandes. Es preferible que no esté cerca de la zona superior.
Casi todo el volumen del filtro está ocupado por material filtrante por lo que supone un buen aprovechamiento del espacio. Por otro lado es fácil ver el estado del filtro sin tener que desmontarlo.
Otra gran ventaja de estos filtros es que son muy seguros para las gambas y alevines. Los más pequeños pueden habitar el filtro sin que suponga un peligro para ellos.
El inconveniente es que la suciedad del filtro queda a la vista en la parte externa de la esponja. Un movimiento brusco del filtro o una agitación fuerte del agua pueden hacer que se suelte parte de la suciedad al acuario.
Son una opción muy barata y sencilla que puede venirnos bien para gambarios, acuarios de cría, de cuarentena, enfermería, y en general cuando querramos una filtración económica, segura para todos los seres vivos, y siempre que no necesitemos mucha filtración.
Conviene que la esponja sea de entre 20 y 30 ppi. Las esponjas más finas, además de no ser buenas para la filtración biológica, generan demasiada resistencia al paso del agua.
Si no hay peligro de que los alevines o gambas entren en el filtro, podemos sustituir el aireador por una bomba sumergida conectada a la salida del tubo del filtro para aumentar significativamente la capacidad de filtración y la circulación.
Filtro HMF (Hamburger Mattenfilter)
El nombre de este tipo de filtro podría provenir de su supuesto origen en la ciudad de Hamburg en Alemania. Traducido sería algo así como “Filtro de esterilla de Hamburgo”.
El funcionamiento es bastante similar al filtro de esponja, pero en este caso usamos la esponja para crear un receptáculo en un lateral o esquina del acuario en el que instalamos un difusor de aire o una bomba que mueva el agua del receptáculo al acuario creando una circulación a través de la esponja.
Es un sistema sencillo y barato, aunque como sucedía con los filtros de esponja es bastante intrusivo y la suciedad queda expuesta y visible. Sin embargo con un poco de esfuerzo y creatividad puede quedar razonablemente disimulado.
Algunas ventajas adicionales de este tipo de filtros respecto a los de esponja simples:
- Se pueden disponer de manera personalizada con un volumen de esponja mayor usando menos espacio horizontal.
- Se pueden esconder accesorios como el calentador y el aireador detrás de la esponja.
- Puede limpiar la superficie del agua filtrando restos que flotan.
Filtro interno cerrado
Estos filtros tienen un funcionamiento similar a los filtros de esponja con la única ventaja de que la suciedad queda dentro del filtro. La principal desventaja es su volumen, normalmente bastante superior al volumen de medio filtrante.
Existen diferentes estilos de filtros internos cerrados. Aunque todos ellos siguen un mismo patrón. Se usa un medio filtrante dentro de un volumen cerrado y una bomba de aire o de agua para desplazar el agua a través del medio filtrante.
El filtro de caja o esquina era uno de los filtros más utilizados hace unas décadas. Es muy similar a un filtro de esponja pero metido dentro de una caja de plastico. Últimamente han caído en desuso en favor del filtro de esponja abierto aunque siguen siendo una buena opción.
Algunos filtros internos dedican un volumen tan pequeño para el medio filtrante que no valen la pena. Es mucho más el volumen que roban al acuario que el volumen de filtración que ofrecen.
Si los medios filtrantes que trae el filtro no son óptimos debemos cambiarlos para aprovechar al máximo su capacidad. Especialmente importante cuando la capacidad de filtración está muy limitada como pasa con estos filtros.
En filtros con un volumen holgado para el medio filtrante sería posible montar un lecho fluido K1. Podemos usar micro K1 que es más pequeño y por tanto más apto para volúmenes reducidos. Necesitaremos encontrar una forma de introducir una línea de aire dentro del filtro que mueva el medio filtrante.
Posiblemente sea más fácil construir tu propio filtro. En este vídeo (en inglés) se puede ver como construir un filtro de lecho fluido casero con materiables básicos. Podemos encontrar en el mercado filtros que utilizan el mismo sistema si no queremos tener que montarlo.
Los fabricantes solo anuncian la capacidad de recirculación que tiene poco que ver con la capacidad de filtración. Aprende más en los capítulos Sistemas de filtración y Medios filtrantes.
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