7. La temperatura del agua

Última modificación: 23-02-2022

La temperatura del agua suele ser motivo de preocupación y errores. Conociendo su importancia real podemos facilitar mucho el mantenimiento y evitar los errores.

Igual que pasa con los parámetros químicos del agua, los seres vivos aceptan un rango de temperaturas bastante amplio y no son sensibles a cambios bruscos dentro de ese rango.

En ningún caso vale la pena usar un calentador con el único propósito de mantener la temperatura constante. Puede ser incluso contraproducente si no se toman medidas de precaución para evitar un fallo en el calentador que sobrecaliente el agua.

No te gastes el dinero en un calentador solo para que los peces puedan disfrutar de una temperatura constante, les dará igual y solo añade riesgos.

La temperatura del agua del acuario tiende a igualarse con la temperatura del ambiente pero lo hace lentamente. A más volumen más se amortiguan los cambios de temperatura. Por tanto, los cambios repentinos y momentáneos en la temperatura ambiente resultan atenuados y cancelados.

Las plantas aceptan unos rangos de temperatura similares a los peces aunque adaptándose mejor a la parte inferior y media de los rangos de temperatura. En general estaremos más pendientes de los peces en cuanto a la temperatura.

Termómetro
  flotante de alcohol
Termómetro flotante de alcohol.
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Termómetro
  fino de alcohol
Termómetro fino de alcohol.
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Consecuencias de la temperatura en los peces

Los peces e invertebrados tienen una peculiaridad muy interesante respecto a la temperatura. La velocidad de su metabolismo, es decir, su reloj biológico depende de la temperatura del agua.

A mayor temperatura crecen, viven y envejecen más rápido. También comen más, están más activos y necesitan más oxígeno. Y viceversa.

De esta manera, controlando la temperatura del agua podemos tener peces más tranquilos o más activos, y también estaremos influyendo en su longevidad.

Esto no les provoca ningún sufrimiento, es una manera de adaptarse a diferentes condiciones. Simplemente verán pasar la vida más rápida o lentamente.

Observar el metabolismo de los peces nos puede indicar si estamos manteniendo la temperatura adecuada. Si la temperatura es demasiado baja los notaremos muy poco activos, como aletargados. Si es demasiado alta los notaremos hiperactivos y puede que estén respirando en la superficie.

Consecuencias de la temperatura en el acuario

Las temperaturas altas, y en general las subidas mantenidas en la temperatura del agua tienen consecuencias importantes en todo el acuario de formas que parecen imprevisibles.

Mayores temperaturas del agua hacen bajar la concentración de oxígeno. Esto tiene efectos en los peces que disponen de menos oxígeno para respirar y en caso de tener muchos puede crearles problemas para respirar. Lo notaremos si se mantienen respirando en la superficie. Podemos observar muertes en las gambas y peces comealgas, no por la temperatura sino por la falta de oxígeno.

El descenso en la concentración de oxígeno tiene también consecuencias importantes en el filtro. Las bacterias que realizan la filtración necesitan oxígeno, sin él su función se detiene.

Las temperaturas más altas también favorecen la reproducción de las bacterias, tanto de las buenas como de las malas. Por lo tanto temperaturas elevadas pueden incidir negativamente en la evolución de una infección bacteriana.

La toxicidad del amoniaco también aumenta con la temperatura del agua.

Como podéis ver, a mayores temperaturas hay más cosas que pueden salir mal. En general es preferible mantener temperaturas en el rango inferior.

Peces de agua caliente (tropicales)

Son los peces de acuario que aceptan un rango de temperaturas más restringido y aun así suficientemente amplio para que la temperatura no suponga un problema.

La temperatura recomendada para la mayoría de peces tropicales está entre 21 y 29 °C. Algunos cíclidos del Amazonas pueden requerir un rango ligeramente más alto, entre 24 y 32 °C.

Todos ellos aceptan vivir temporalmente a temperaturas entre 18 y 35 °C sin problemas, por lo que tenemos bastante margen antes de que la temperatura suponga un peligro. Pero debemos evitar superar estos límites, a 15 °C morirían en poco tiempo.

Si el acuario va a estar en un lugar donde las temperaturas no bajan nunca de los 18 °C no nos debemos preocupar por el calentador, seguramente no lo necesitemos.

Peces de agua fría

Se suelen considerar peces de agua fría a aquellos para los que no necesitamos un calentador. Es fácil ver que usando esta definición lo que para una persona es un pez de agua fría es posible que no lo sea para otra. Depende de la temperatura que haga en la casa. Es más, alguien que viva cerca del ecuador pensaría que todos los peces son de agua fría.

Es conveniente que tengamos cuidado con esta definición tan ambigua. Muchas especies de peces tropicales pueden vivir perfectamente sin un calentador en la gran mayoría de hogares del mundo, y aun así no se les considera peces de agua fría.

Generalmente podemos suponer que las temperaturas dentro de casi cualquier vivienda del mundo están normalmente entre los 15 y los 35 °C, por lo que se puede suponer que este es el rango mínimo aceptado por los peces de agua fría. Puede haber excepciones.

Entonces, el término “peces de agua fría” realmente es una manera de referirse a peces que aceptan un rango un poco más amplio que los peces tropicales, especialmente en el límite inferior.

En este grupo se suelen incluir especies subtropicales, con climas más moderados y ligeramente más fríos que los tropicales, y otras especies que pueden vivir casi a cualquier temperatura.

Por ejemplo, la carpa dorada o pez dorado (Carassius auratus) o las gambas cereza o cherry (Neocaridina) pueden soportar temperaturas entre 0 °C y 40 °C.

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