20. Sistemas de iluminación
La luz es un elemento importante para que podamos disfrutar del acuario y también necesario para las plantas y los animales.
El tipo de luz que usemos tiene un efecto importante en la visualización de los colores del acuario. Y tiene también un efecto en los seres vivos.
La luz es un aspecto importante a tener en cuenta pero no tan crítico como la filtración. Además, es muy fácil cubrir las necesidades de luz de un acuario, tanto que en la mayoría de casos el problema es un exceso de luz.
Sobretodo si no tenemos plantas, las necesidades de luz son muy bajas, y nos puede servir prácticamente cualquier cosa.
Para empezar podemos incluso aprovechar algo que ya teníamos. Nos puede servir una lámpara de escritorio. Si es necesario le podemos cambiar la bombilla para que sea más adecuada.
Si compramos una lámpara conviene que sea regulable en altura o en intensidad de luz, o ambas cosas.
No es conveniente usar la luz del sol porque no tenemos apenas control sobre ella. Normalmente no podremos controlar el ángulo de incidencia, la intensidad o las horas de luz.
El espectro luminoso
La luz está compuesta por una mezcla de los colores primarios: rojo, verde y azul. Según la composición de la luz que ilumine el acuario veremos unos colores más destacados que otros.
La curva de distribución de la energía de la luz en los diferentes colores visibles es lo que se conoce como el espectro luminoso.
El espectro de la luz del sol es muy amplio y está equilibrado para todos los colores. Es el tipo de luz al que están acostumbrados nuestros ojos.
La luz artificial no tiene un espectro tan amplio y equilibrado, normalmente favorece unos colores. Por eso, según la luz que escojamos veremos mejor unos colores que otros.
Para un acuario es preferible una luz blanca que muestre unos colores naturales. Aunque en algunos casos puede que prefiramos un efecto menos natural que destaque solo algunos colores.
Si el acuario tiene plantas conviene que la luz tenga un espectro bastante neutral. Las plantas se nutren sobretodo de los colores rojo y azul pero se benefician de tener un espectro bastante amplio.
Una manera de identificar el espectro luminoso de una fuente de luz es probando a iluminar objetos que tengan los colores primarios. Los colores que se vean apagados, alterados o poco naturales son colores en los que la fuente de luz es deficiente. Una fuente de luz neutra presentará todos los colores de manera similar.
Existen tubos fluorescentes y bombillas de bajo consumo que ofrecen luz natural, con temperaturas generalmente alrededor de los 5500-6500 K.
Los leds suelen tener un espectro muy limitado. Para solucionarlo los fabricantes de lámparas montan varios leds con espectros diferentes en una misma lámpara para que la suma de todos ellos ofrezca un espectro aceptable.
Las luces de acuarios marinos no son generalmente adecuadas porque emiten luz en un rango de colores muy limitado al azul.
Las plantas tienen la capacidad de adaptarse a cambios en el espectro de luz pero requieren de tiempo para hacerlo. Debemos contar con que cuando hagamos un cambio habrá un tiempo de adaptación de las plantas de días o semanas.
Cantidad de luz
Todos los acuarios necesitan un mínimo de luz diaria. Si no tiene plantas el requerimiento es menor, si tiene plantas debe tener unas horas fijas de luz diariamente.
Debemos ajustar tanto la intensidad como el tiempo que está la luz encendida.
Si en la sala donde está el acuario hay suficiente luz natural para que los peces estén activos no sería necesario usar una luz para el acuario, solo si queremos poder contemplarlo con más luminosidad. Y la encenderíamos solo cuando la necesitemos.
Si no hay suficiente luz natural debemos darles a los peces un mínimo de luz para que se mantengan activos al menos 6 horas al día. Necesitan muy poca luz así que es suficiente con una lámpara led de poca potencia.
Si se trata de un acuario plantado debemos darle al menos 8 horas diarias de luz. La potencia necesaria dependerá de la cantidad y del tipo de plantas que tengamos. Si no tenemos CO₂ usaremos menos luz que si lo tenemos.
Un acuario requiere menos luz de lo que normalmente se piensa. Un error muy común es iluminar en exceso para que la luz atraiga atención sobre el acuario. El exceso de luz genera problemas de algas imposibles de controlar si no es reduciendo la cantidad de luz.
Con plantas y sin CO₂ solo podemos tener déficit de luz en aquellos casos en que la iluminación sea realmente pobre o el espectro luminoso de la fuente de luz sea inapropiado.
Es conveniente que la luz sea ajustable en intensidad. Ajustar la altura de la lámpara es una forma alternativa de regular la intensidad.
Algunas lámparas usan un control electrónico que regula la intensidad de la luz emitida. Modificar la intensidad de la luz desde la lámpara puede variar el espectro luminoso.
Algunas lámparas de leds permiten apagar leds por grupos de colores, alterando al mismo tiempo el espectro de la luz emitida.
Ubicación de la luz
Las plantas crecen hacia la luz por lo que es conveniente que las luces estén encima del acuario. Incluso sin plantas es el lugar idóneo para iluminar el acuario. Aunque podemos experimentar colocando luces secundarias en distintos lugares, también dentro del agua si son sumergibles.
Podemos usar una lámpara de escritorio con brazo regulable para iluminar acuarios pequeños.
Las lámparas de acuario generalmente se apoyan sobre las paredes del acuario, también se pueden colgar del techo de una pared.
Es muy conveniente que la lámpara sea regulable en altura y que se pueda retirar fácilmente para trabajar en el acuario con más espacio. Si no se puede regular en altura es conveniente que sea posible regular la intensidad de la luz.
La altura (distancia de la fuente de luz al sustrato) permite regular la intensidad de luz. A mayor altura mayor dispersión de la energía luminosa y por tanto menor intensidad. La relación entre distancia e intensidad es una función cuadrática por lo que la intensidad se reduce significativamente con la distancia.
La intensidad lumínica se atenúa aun más rápidamente dentro del agua que en el aire, por lo que la profundidad del agua tendrá un efecto notable en la cantidad de luz que reciban las plantas de la zona inferior.
Conviene aprender a conjugar correctamente todos estos factores para que la luz no sea un problema.
Control de las luces
Las luces se deberían encender todos los días a unas mismas horas a no ser que la luz natural sea suficiente.
Así las plantas adaptan su ciclo vital a las horas de luz y los peces también se acostumbran a esos ciclos.
Algunas lámparas llevan incorporado un programador que permite configurar unas horas de luz al día y en algunos casos también diferentes configuraciones dependendiendo de la hora.
Si la lámpara no tiene programador, es conveniente usar un enchufe o regleta programable. Para que funcione, la lámpara debe tener encendido permanente y conservar cualquier configuración que permita hacer aunque se desconecte de la corriente.
Algunas lámparas se quedan apagadas o desconfiguran cuando se les corta la corriente. Estas lámparas no se pueden usar con enchufes programables.
Los enchufes programables más sencillos usan una rueda para seleccionar las horas que queremos que esté encendido y apagado. Los digitales permiten configurar las horas exactas de encendido y apagado con opciones adicionales.
Los enchufes y regletas inteligentes con Wifi permiten la configuración y control remoto desde el móvil u otros dispositivos de control.
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