27. Mantenimiento del acuario
El mantenimiento del acuario debe ser cuidadoso y constante para que luzca mejor y evitar posibles desequilibrios.
El mantenimiento regular consistirá principalmente en la limpieza del cristal de la urna, decoraciones, sustrato y la poda de plantas. También tendremos que limpiar filtros, aireadores, mangueras, termómetros, calentadores para que puedan seguir funcionando correctamente.
Como parte del mantenimiento del acuario también se debe cambiar parte del agua del acuario para que se vaya renovando. De esa manera nos deshacemos de sustancias que no se eliminan de otra manera y que irían polucionando el agua.
La limpieza del acuario se convierte a menudo en una forma de encubrir nuestros errores. Si el sustrato se cubre muy rápido de desechos, si los cristales se ensucian mucho, si tenemos que estar continuamente quitando algas, algo no va bien. Si conseguimos averiguar el qué reduciremos considerablemente el trabajo de mantenimiento y tendremos un acuario más bonito.
Cambios de agua
Si no tenemos un buen balance de plantas y peces, de manera que las plantas absorban casi todos los nitratos que se generan en la filtración, los nitratos se pueden ir acumulando hasta alcanzar concentraciones tóxicas.
La evaporación de agua también hace que cualquier elemento que contenga esté cada vez más concentrado en ella ya que la evaporación elimina solo agua pura.
Si no queremos complicarnos con tests podemos hacer cambios de agua de entre el 30-50% del volumen del acuario cada semana. Cuantos más peces y más grandes es recomendable hacer mayores cambios de agua y con mayor constancia.
Se puede reducir el volumen y frecuencia de los cambios de agua si medimos los niveles de nitratos. Idealmente, haremos cambios de agua de manera que los nitratos no estén nunca por encima de los 120 ppm. Incluso menos para dejar un mayor margen de seguridad.
No es necesario hacer los tests de manera continua. Si observamos que el tiempo para que lleguen a niveles altos es de un mes, podemos establecer la pauta de hacer los cambios de agua cada mes. Conviene hacer 2-3 cambios de agua con tests antes de establecer una pauta definitiva.
Si se produce algún cambio significativo en el acuario que pueda afectar a los niveles de nitratos, más o menos peces, crecimiento de los peces, más o menos plantas. alteraciones en el filtro, deberíamos volver a los tests.
Otro motivo para hacer un cambio de agua puede ser la acumulación de desechos en el sustrato si no tenemos un filtro de fondo. Normalmente limpiamos el sustrato con un sifón que extrae agua del acuario, por lo que es un buen momento para hacer un cambio de agua, aunque no sea muy grande.
Si hacemos el cambio de agua como paso final del mantenimiento del acuario eliminaremos al mismo tiempo los restos de la limpieza de la urna que hayan quedado en el agua.
Limpieza del sustrato
El sustrato se debe limpiar periódicamente pasando un sifón por encima sin remover demasiado el sustrato, solo queremos limpiar la superficie, como mucho 1 cm de profundidad de sustrato.
El sifón que normalmente usamos consiste en un tubo conectado a una manguera por la que succionamos el agua, y por efecto de la gravedad extrae agua del acuario a un cubo.
Debemos coger el extremo del sifón que aspira y pasarlo lentamente por la superficie del sustrato intentando no removerlo. El objetivo es aspirar los desechos que se han depositado sobre él sin sacar la suciedad que esté enterrada. Podemos meter el sifón en el sustrato para aspirar mejor pero solo 1 cm.
Si tenemos un filtro de fondo se puede prescindir del sifonado, a no ser que observemos una acumulación excesiva de desechos en la superficie del sustrato.
Mantener la superficie del sustrato limpia mejorará el aspecto del acuario y así descargará de trabajo al filtro biológico.
Limpieza de equipos
Los equipos montados dentro del agua se cubrirán con una película de bacterias como la del filtro y algas, afectando en algunos casos a su funcionamiento.
Para limpiarlos los sacamos del acuario y podemos usar un estropajo suave, agua y jabón. Si es necesario se puede usar agua oxigenada o lejía para matar y eliminar las algas siempre que lo aclaremos muy bien antes de volverlo a instalar en el acuario.
Los difusores los podemos limpiar dejándolos en remojo en una disolución de lejía al 50% para que los poros se desobstruyan. Si está muy sucio puede que lo tengamos que dejar unas horas. Viene bien tener un difusor de repuesto para intercambiarlo mientras lo limpiamos.
La limpieza del filtro se debe limitar a las partes mecánicas y mangueras. Existen una gran variedad de cepillos que nos pueden facilitar la limpieza del filtro y el interior de las mangueras.
El medio filtrante debe dejarse intacto a menos que esté muy obstruido y reduzca significativamente el caudal, en cuyo caso lo limpiaremos muy cuidadosamente. En el caso de las esponjas, no las estrujaremos, las pasaremos por debajo del chorro de agua dándoles como mucho un apretón.
Podemos usar el agua corriente en la limpieza de todos los equipos, incluso para desobstruir el medio filtrante. La creencia de que el agua del grifo mata a las bacterias es incorrecta, en realidad no tiene apenas poder desinfectante. Nadie usa el agua del grifo para desinfectar.
Los equipos no deberían estar apagados más de unas horas y cuando los pongamos en marcha comprobaremos que están funcionando correctamente.
Limpieza de la urna
Para la limpieza de los cristales debemos usar utensilios que no rayen. Un trapo para cristales que no deje pelo, como los de microfibra, y un rascador de cristales pueden sernos muy útiles.
Hay que tener cuidado de no atrapar con la bayeta o rascador algún resto sólido de suciedad o fragmento de sustrato que pueda rayar el cristal. Aun así, siempre terminarán apareciendo rayas causadas por partículas duras que quedan atrapadas entre el cristal y el utensilio de limpieza. Por tanto debemos ser cuidadosos utilizando trapos y rascadores en buen estado y aclararlos continuamente mientras limpiamos.
Para la limpieza de los cristales recomiendo usar como rascador tarjetas de crédito retiradas o similares. Usaremos el borde de la tarjeta con un ángulo de 30-45 ° respecto del cristal. El plástico del que están hechas es más blando que el metal de los rascadores, son económicas y hacen un buen trabajo. El único inconveniente es que tendremos que sujetarlas con la mano. Un rascador con punta de PVC podría valernos igual.
Otra herramienta útil para la suciedad del cristal que se resiste son las esponjas de melamina (también conocidas como esponjas mágicas o borrador mágico). No se deben retorcer ya que se rompen con facilidad. La mojamos y la pasamos por el cristal en una sola dirección y aclaramos bien la esponja. Es importante mantener la esponja limpia y cambiarlas a menudo para evitar rayar el cristal.
No es conveniente usar ningún producto de limpieza que se disuelva en el agua, detergentes, desinfectantes, aerosoles, etc. También nos aseguraremos de que los utensilios que usemos estén libres de estos productos.
Limpiaremos con la misma agua del acuario. Para limpiar el cristal por el exterior podemos usar agua corriente o agua destilada si no queremos tener que secar para que no deje marcas.
Los estropajos con imanes parecen una buena idea pero en mi opinión rayan mucho los cristales. Su ventaja principal es que están siempre sobre el cristal preparados para usarse en cualquier momento sin tener que meter la mano en el acuario. No es lo recomendable, el estropajo se debería limpiar varias veces en cada sesión de limpieza para evitar que las partículas que captura puedan rayar el cristal.
Para limpiar decoraciones como troncos o piedras van bien los cepillos y estropajos. Podemos ser un poco permisivos con las algas en las decoraciones y el cristal trasero del acuario. Es normal en todo acuario un cierto nivel de algas que estén bajo control, pueden ser un factor que contribuya al equilibrio e incluso darle un toque más natural al acuario.
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