31. Ley del Mínimo de Liebig

Última modificación: 27-07-2021

Esta ley, ámpliamente usada en agricultura, botánica y modelado de ecosistemas, es fundamental para entender los principios de la fertilización de las plantas.

La ley dice que el rendimiento de la cosecha o el crecimiento de las plantas está limitado por el recurso más escaso independientemente de la abundancia de los demás.

O dicho de otra manera, la disponibilidad del nutriente más abundante depende de la disponibilidad del nutriente más escaso.

Este principio que puede parecer muy simple en realidad tiene implicaciones complejas e interesantes.

El barril de Liebig

Para explicarlo de forma gráfica se suele usar el barril de Liebig. Consiste en un barril en el que las duelas (tablas de madera que forman su contorno) tienen diferentes alturas. Cada duela corresponde a un nutriente y su longitud representa la abundancia del nutriente.

El nivel máximo de agua que podemos almacenar en dicho barril representa la capacidad de crecimiento de las plantas.

Barril de
Liebig
Barril de Liebig.
No hay información adicional.

Si las duelas son de diferente longitud, la duela más corta limitará el nivel máximo de agua al que podemos rellenar el barril, no importa lo largas que sean las demás.

Si queremos aumentar el nivel máximo de agua tendremos que cambiar la duela más corta por una más larga. Entonces pasaremos a estar limitados por otra duela, la siguiente más corta.

Por mucho que alarguemos las duelas más largas no incrementará el nivel máximo de agua que podemos poner en el barril. Solo incrementando la longitud de la más corta.

La relación entre los nutrientes

Lo primero que podemos observar es que esta ley establece una dependencia entre los nutrientes sin necesidad de establecer unas proporciones fijas de los mismos.

Solo nos dice que si queremos mejorar el crecimiento de nuestras plantas debemos aumentar la disponibilidad del nutriente más escaso. Incrementar la disponibilidad de los demás nutrientes no tendrá ningún efecto.

Cada especie de planta, incluso cada planta dentro una misma especie puede presentar unas necesidades de nutrientes diferentes en un momento dado. Es casi imposible de determinar. Lo que sí que sabemos es que si hay disponibilidad suficiente de todos los nutrientes crecerá sana y sin problemas.

El exceso de nutrientes, dentro de lo razonable, no tiene efectos negativos. Las plantas cogen lo que necesitan de lo que tienen a su disposición.

El nutriente limitante

Como hemos visto en el barril, aumentar la disponibilidad del nutriente limitante puede hacer que otro nutriente se convierta en el nuevo limitante.

Las consecuencias de esto pueden ser poco intuitivas y traen de cabeza a muchos acuaristas.

Todos los acuarios tienen un nutriente limitante. Idealmente debería ser el que nosotros escojamos, y que será normalmente la luz porque es el que menos problemas ocasiona.

Las plantas ajustan su ritmo de crecimiento a la luz que tengan disponible sin efectos adversos, siempre que no sea demasiado baja para cubrir las necesidades mínimas de energía de la planta.

El nutriente limitante no tiene porque ser único para todo el acuario. Diferentes especies de plantas, e incluso plantas de la misma especie pueden sufrir deficiencias de diferentes nutrientes al mismo tiempo. Esto hace más complicado diagnosticar y solucionar las deficiencias.

Puede que tengamos una deficiencia de nitratos en la Rotala y una deficiencia de potasio en la Hygrophila que está debajo de la lámpara pero no en la que está a la sombra.

Todas las plantas del acuario no reciben los nutrientes en la misma cantidad, especialmente la luz, y tampoco los necesitan en las mismas cantidades, puede haber por tanto mucha variabilidad.

Un error común

Que al aumentar la disponibilidad del nutriente limitante pueda aparecer una nueva deficiencia es una de las consecuencias más interesantes de la ley ya que nos revela algo que puede ser muy poco intuitivo de entender al principio.

Imagina que identificas los síntomas de una deficiencia de potasio en tus plantas. Para corregirla abonas con potasio, pero todavía se está corrigiendo la deficiencia de potasio cuando las plantas empiezan a acusar la falta de otro nutriente que hasta ese momento no había sido limitante, podrían ser fosfatos, nitratos, cualquiera.

Como buen observador haces la siguiente asociación: añado potasio y las plantas no han mejorado, incluso están peor. Conclusión errónea: aumentar la disponibilidad del potasio es malo para mis plantas.

Las acciones que tomemos a partir de este momento basadas en esta conclusión van a ir confundiéndonos cada vez más. Sobretodo si seguimos aplicando la misma lógica errónea a cada cambio que hacemos en el acuario.

A base de probar cosas, puede que limitando nutrientes como se aconseja en algunos sitios llegues a una situación de equilibrio en la que no has solucionado todos los problemas pero es mejor que lo que había. Aunque no sea una victoria, es una derrota aceptable que se puede disimular con limpiezas semanales que maquillen los resultados.

Muchos acuaristas son capaces de mantener un acuario más o menos estable aunque tengan algunas deficiencias de nutrientes. No hay nada de malo en ello si estamos satisfechos con el resultado.

Conseguir cubrir todas las deficiencias puede ser un trabajo arduo si tenemos muchas plantas. Aunque imagino que si estás leyendo esta guía es porque deseas mejorar el estado de las plantas, poder cultivar más variedad y reducir el trabajo de mantenimiento del acuario.

Lo que hemos visto en este ejemplo es cómo corrigiendo una deficiencia se puede crear otra que hasta ese momento no existía. Normalmente, cuando esto pasa, se solapan los efectos de la primera deficiencia con la segunda, y si seguimos puede haber incluso una tercera deficiencia, dando la impresión de que no estamos arreglando nada.

De esta manera se malinterpretan las deficiencias como excesos de nutrientes y así no se terminan de solucionar nunca los problemas.