17. Filtros de cesto
Los filtros de cesto ofrecen la mayor capacidad de filtración posible en los filtros comerciales, y además son la opción más práctica si quieres ocultar el filtro.
Consisten en un recipiente cerrado herméticamente, en forma de cesto o cubo, que se instala generalmente en el suelo y contiene el material filtrante y una bomba de agua en un formato muy compacto.
Este tipo de filtro es la elección más común cuando los filtros internos y de mochila no son suficientes o entorpecen en el acuario. Son más caros aunque lo compensan con una capacidad de filtración mayor sin robar espacio al acuario.
Al no tener limitaciones de espacio ofrecen capacidades de filtración mayores que el resto de filtros comerciales. Algunos filtros traen un calentador integrado lo que supone mayor ahorro de espacio a costa de menor flexibilidad.
El fabricante puede anunciar el volumen de filtración como el volumen interior total del filtro. Todo el volumen del cesto no es utilizable para la filtración por lo que debemos averiguar el espacio real disponible para los medios filtrantes que suele estar compartimentado en cestas o similar.
Al abrir el filtro deberíamos tener immediatamente a mano la las áreas de pre-filtro y pos-filtro para poder limpiar los materiales filtrantes sin tener que desmontar el área dedicada a la filtración biológica.
Se suele colocar en un mueble debajo del acuario. La instalación dentro de un mueble supone un poco de atenuación del ruido del filtro y un acuario más despejado.
Un inconveniente de este tipo de filtro es que requiere una total estanqueidad que se consigue con juntas de goma y abrazaderas que se tienen que mantener en buen estado. Se debe usar solo grasa de silicona para sellar y mantener las juntas de goma. El uso de otros sellantes como la vaselina reseca las gomas.
Las mangueras también requieren una limpieza periódica. Aun así son una excelente opción si queremos una buena capacidad de filtración y recirculación sin tener aparatos instalados directamente en el acuario.
Resulta conveniente tener llaves de paso para las mangueras de entrada y salida. Facilita bastante las tareas de mantenimiento. Si no vienen con el filtro se pueden comprar aparte.
Al tratarse por lo general de filtros más caros, los fabricantes suelen venderlos con sus medios filtrantes también más caros. Cuanto más caros no son más eficientes, por lo que los sustituiremos por unos mejores para conseguir una filtración óptima.
Mangueras y tubos
Lo más usado en este tipo de filtros son las mangueras flexibles lisas. Generalmente son semi-transparentes con unos diámetros estándard de 9/12, 12/16 y 16/22 mm. El primer número indica el diámetro interior y el segundo el exterior.
Se trata de mangueras gruesas que cuestan de doblar. Son así para que no resulte fácil pinzarlas y producir una obstrucción que acabe en fuga de agua. Suelen ser de color verde para reducir el crecimiento de algas en su interior, también se pueden encontrar en color gris.
Con algas o sin ellas se tienen que limpiar con frecuencia. Sus paredes interiores recogen bastante suciedad que reduce considerablemente el caudal.
A mayor longitud de manguera mayor es la pérdida de caudal. Debemos seguir las indicaciones del fabricante en cuanto a las longitudes máximas y posición de instalación. Cuanto más cortas y rectas mejor caudal.
En estas mangueras es sencillo instalar algunos equipos en línea como calentadores de agua o difusores de CO₂ que están preparados para este tipo de montaje. De esta manera quedan fuera del acuario aunque reducen ligeramente el caudal disponible.
En acuarios grandes también se puede usar manguera corrugada, como la que se utiliza en estanques, mucho más fácil de doblar. Estas mangueras se adaptan mejor a las curvas aunque reducen un poco el caudal efectivo y no se limpian tan bien.
Los diámetros comunes para el interior son 20, 25, 32, 38 y 50 mm. Algunos filtros comerciales usan manguera corrugada específica de 24 mm. Es la solución más simple cuando los diámetros de manguera lisa se quedan pequeños.
Aunque para acuarios grandes, si no le tenemos miedo a la fontanería las tuberías de PVC rígido ofrecen una mejor eficacia y menor mantenimiento.
Los tubos de PVC se mantienen más limpios que las mangueras, prácticamente no necesitan mantenimiento, y reducen muy poco el caudal. Solo notaremos una pequeña reducción de caudal por cada codo en la instalación.
Requieren un trabajo de instalación más serio, pero el resultado es más profesional y duradero.
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