2. Dimensiones y materiales de la urna
Con las dimensiones del acuario estamos decidiendo el nivel de dificultad, cuánto dinero queremos gastarnos y cuánto tiempo vamos a dedicar al mantenimiento.
El tamaño del acuario es el factor más importante y determinante de toda la instalación. Determinará las posibilidades de nuestro acuario, así como la complejidad y coste de los equipos y por tanto el coste final.
El equipamiento necesario para acuarios pequeños es fácil de encontrar en cualquier tienda a unos precios muy asequibles, mientras que acuarios de grandes dimensiones pueden requerir equipamiento más caro que no encontramos en la mayoría de tiendas.
El montaje, la limpieza, cambios en la instalación,… el tiempo requerido para todas estas tareas también depende mucho del tamaño del acuario.
El consumo eléctrico y de agua también depende de las dimensiones, especialmente si tenemos que usar un calentador de agua.
La ventaja principal de un acuario grande es evidentemente la vistosidad si está bien mantenido (puede convertirse en un problema si no tenemos tiempo para mantenerlo correctamente). Podremos poner mayor variedad de plantas y peces y nos ofrecerá unas mejores vistas.
La otra ventaja de tener un mayor volumen de agua en el acuario es que el sistema es más estable. Los errores se mitigan y los problemas en el agua evolucionarán más progresivamente dándonos tiempo a corregir.
Es preferible empezar con un acuario pequeño de entre 20 y 100 l. No aconsejo los acuarios de menos de 20 l por lo restringido del espacio y poca estabilidad del sistema a no ser que solo contengan plantas.
Formato
La forma típica de un acuario es el prisma rectangular que es más fácil de fabricar y manejar. Además de aprovechar mejor el espacio y ofrecer una mejor visión con menos distorsiones.
Aunque no estamos limitados a esta opción. Existen modelos con formas especiales para poner en esquinas o circulares para zonas centrales. Podemos escoger el que mejor se adapte al lugar donde estará y que nos dé una mejor visibilidad sin hacernos demasiado difícil el mantenimiento.
Están especialmente desaconsejados los acuarios esféricos, como por ejemplo los que tienen forma de cuenco. Las dimensiones interiores son muy reducidas, la superficie de contacto del agua con el aire y el sustrato es pequeña en relación al volumen, no ofrecen tranquilidad a los animales y distorsionan la imagen.
Si vamos a tener plantas es aconsejable que la altura no sea excesiva. La luz se atenua al atravesar el agua, de manera que las plantas que estén cerca del sustrato recibirán mucha menos luz que las que estén cerca de la superfície.
Para un primer acuario plantado es recomendable una altura entre 30-50 cm. En ningún caso se recomiendan alturas superiores a 60 cm si queremos tener un crecimiento adecuado de plantas sin demasiadas dificultades.
El ancho (medida desde el cristal delantero al trasero) adecuado estaría entre los 30-50 cm. Demasiado estrecho y se verá demasiado plano, más ancho no es problema si tenemos el espacio.
En general, conviene que las medidas tengan cierta armonía y no sean muy dispares a no ser que tengamos muy claro qué queremos conseguir. Eso puede facilitar bastante el mantenimiento pero no significa que no podamos crear un acuario con la forma y proporciones que queramos.
Materiales
Vidrio
El vidrio, aunque sea pesado y frágil, es la mejor opción para acuarios de dimensiones domésticas. Aguanta bien el paso del tiempo, no se raya fácilmente y no se deforma.
Existen diferentes tipos de vidrio, los más usados para los acuarios son el recocido y el templado por su resistencia. El templado no se puede perforar, por lo que si necesitamos agujeros tenemos que encargarlo para que los hagan en la fábrica. Normalmente esto no será necesario pero conviene saberlo.
También se puede usar vidrio laminado, que consiste en varias láminas de vidrio pegadas entre sí. Es más seguro ante una rotura ya que no se hace en pequeñas astillas pero es un poco más débil y puede tener problemas si los bordes no estan bien sellados y entra aire o agua entre las láminas. Este sí que se puede perforar con las herramientas adecuadas.
El vidrio puede tener diferentes niveles de transparencia. A mayor nivel de hierro en su composición adquiere una tonalidad más verdosa. A menor nivel menor coloración pero mayor es el precio. El vidrio extra claro (también conocido como óptico) tiene una claridad superior debido a su bajo nivel de hierro.
Al mirar a través del cristal notaremos una coloración muy suave que será más visible cuanto más grueso sea el cristal. Algunas personas no notan la diferencia. Es más obvio si miramos el cristal desde un borde a lo largo de la plancha de vidrio.
Si queremos los mejores resultados, y sobretodo si tenemos un grosor de vidrio alto, conviene que al menos las caras del acuario que vayan a estar mirando hacia nosotros sean de vidrio óptico. Para el resto podemos usar vidrio normal más barato.
El grosor del vidrio debe estar en función de las dimensiones y por tanto del volumen. Debe tener un grosor suficiente para aguantar la presión de agua sin deformaciones.
Podemos hacer los cálculos nosotros mismos usando alguna de las calculadoras disponibles en internet, como la de la Asociación Española de Acuaristas.
Metacrilato
El metacrilato es un plástico inerte, extremadamente resistente, prácticamente irrompible y con un grado de transparencia muy alto. Es muy ligero, se puede moldear con cualquier forma y es reparable.
Es por esto que es el material usado en los enormes acuarios de exposición. Sería imposible usar el vidrio por su peso, su fragilidad a los golpes y la imposibilidad de reparación.
Los problemas que presenta para el acuario doméstico son que se raya muy fácilmente, con el tiempo pierde transparencia, atrae el polvo, y si las paredes son finas se puede deformar bajo el peso del agua distorsionando la visión.
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