36. Resolución de deficiencias en plantas

Última modificación: 27-07-2021

Si estamos siempre atentos a las necesidades de nuestras plantas, no tendremos problemas de algas o se solucionarán solos de manera muy rápida.

Las algas aparecen casi siempre como respuesta a un problema en el acuario. La filtración biológica es fundamental, no debemos tener ningún problema de filtración. Lo siguiente es que las plantas crezcan saludables y no habrá alga que se atreva a asomarse a nuestro acuario.

Al tratar una deficiencia hay que recordar como se comportan según la Ley de Mínimos de Liebig. Cualquier cambio que veamos en las plantas, ya sea a mejor o a peor, indicará que hemos resuelto una deficiencia. Si el cambio ha sido a peor o simplemente ha cambiado sin resolverse significa que resolviendo esta deficiencia hemos destapado otra que estaba enmascarada por la anterior.

Así pues, es importante tener paciencia y no asustarse si el acuario empeora repentinamente cuando intentamos resolver una deficiencia. Puede pasar que aparezcan problemas nuevos sumados a los anteriores, o que desaparezcan unos problemas y aparezcan otros.

Cada vez que hacemos algún cambio para intentar resolver una deficiencia debemos eliminar todas las hojas dañadas que podamos. Una vez dañadas no se recuperarán, por lo que necesitamos observar las hojas maduras sanas y las nuevas. Si dejamos todo como estaba será muy difícil distinguir los síntomas de deficiencias previos de los actuales.

La reacción a los cambios que hagamos pueden tardar en manifestarse entre 1 y 3 semanas. Algunas plantas y algunas deficiencias tardan más en recuperarse que otras. Si el ritmo de crecimiento es lento la recuperación será también más lenta.

Para poder entender mejor cómo afectan los cambios que hacemos es recomendable hacer solo un cambio cada vez y esperar a ver los resultados.

La importancia de la luz

Si nos parece observar varias deficiencias al mismo tiempo o la corrección de una deficiencia parece acabar siempre en otra deficiencia debemos plantearnos que el problema principal sea un exceso de luz, la madre de todas las deficiencias.

La luz es el principal catalizador del crecimiento de las plantas, por lo que puede regular el umbral de necesidades de nutrientes de las plantas, elevándolo o rebajándolo. En lugar de aumentar la disponibilidad de los nutrientes limitantes podemos resolver las deficiencias reduciendo la cantidad de luz.

Cuanta más luz, más nutrientes necesitan las plantas y más problemas pueden encontrar para conseguirlos en las concentraciones que necesitan. Si nos excedemos demasiado nos puede costar mucho alcanzar la disponibilidad de nutrientes necesaria creando deficiencias difíciles de resolver.

Por tanto, ante cualquier situación que veamos que se nos escapa de las manos, mi consejo es reducir la cantidad de luz, reduciendo la intensidad, la duración, o ambas al mismo tiempo. Aunque no menos de 7 horas de luz al día.

Reduciendo la luz podemos resolver todas o la mayoría de las deficiencias. Y aunque no sea la solución definitiva al problema, al menos nos dará un respiro y nos facilitará la tarea de tratarlas.

Si las deficiencias se solucionan completamente reduciendo la luz y las plantas crecen con normalidad, podemos decir que el problema era el exceso de luz.

Si las plantas muestran un crecimiento muy lento o aletargado debemos ir aumentando progresivamente la luz para hacer que las deficiencias se vayan manifestando poco a poco.

Con cada incremento de luz que manifieste una nueva deficiencia, nos pararemos a solucionarla antes de volver a incrementar la luz.

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